PG parte 1
De Peter Greenaway se han escrito infinidad de líneas, pero la mayoría es concerniente a su trabajo, nada que no se haya dicho al respecto podría agregar. Como es bien sabido es uno de los dioses de mi panteón particular.
Asi que voy a hablar de mi experiencia particulart con tamaño señoron.
Si mal no recuerdo fue por febrero o marzo de 1997, el lugar : Museo Rufino Tamayo, la ocasión: una exposición de pinturas del mencionado maestro.
Ya saben, palabras del embajador bla, bla, bla, palabras del curador bla, bla, bla, aplausos al maestro clap, clap, clap, pasamos a lo siguiente: ver las obras que ahí se exponían y ahí entre todos los visitantes y milagrosamente ignorado o fusionado con los mismos el mismísimo Peter Greenaway, alto, canoso y vestido de negro.
Venciendo mi natural timidez y con mi mejor inglés posible me acerqué al maestro, saludo de cortesía y despues vino la admiración, entonces comenzamos a hablar de su obra y digo comenzamos porque intercambiamos puntos de vista y el modestamente, cuando le dije que su cine me parecia revolucionario, sorprendente, maravilloso, y su coherencia con su pintura y sus cuentos, me contestó: ¿Ah, te cae? (really?) seguimos caminando a traves de la exposición, cuando el diablo metió la cola: en una de las instalaciones que versaba por cierto sobre el agua (uno de su temas recurrentes) se percató que el sonido no era el adecuado, por lo que su lacónica expresión se transformó en un mohín de disgusto, como buen inglés se disculpo por no poder continuar la plática, pues tenía un asunto mas urgente que atender, se despidió y acto seguido corrió a buscar al responsable de semejante atropello.
En que terminó el exabrupto de la instalación, no lo sé, continué viendo las obras restantes con la enorme satisfacción de haber platicado con su autor, de los temas que mas me apasionan: cine, cómics y pintura (lamentablemente no tuvimos tiempo de hablar de Borges) ya habrá otra ocasión.
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